Historia
de la danza clásica
Por: Citlali Guadalupe Trujillo Rivas
A través de los años,
en algún momento de nuestra vida hemos apreciado la sutileza de la danza
clásica de diversas formas: en la televisión, teatro, foros al aire libre, en
el escenario experimentando la libertad del movimiento, etcétera. Pero…dónde y
cuándo surgió esta técnica.

Posteriormente, en 1661,
se fundó en Francia, la Academia Nacional de Danzas, donde se establecieron las
cinco primeras posiciones de la técnica clásica (primera, segunda, tercera,
cuarta y quinta), así como la mayor parte de la técnica que hoy en día se
utiliza, es por tal motivo que el nombre de los pasos, ejercicios y posiciones
del ballet son en francés; la ópera de París, durante la segunda mitad del siglo
XVIII, perfeccionó las técnicas académicas de danza, además de que la parte hablada
de los espectáculos fue eliminada, buscando transmitir el mensaje de la obra
por medio de la danza y gestos.
La primera pieza
considerada producto de la danza clásica es “El
Triunfo del Amor” por el coreógrafo Louis Beauchamp. Y fue a partir de 1681
que se dejó de bailar en los salones de los palacios y se empezó a representar
en teatros, con bailarines profesionales. En 1760 se escribió el libro “Cartas sobre la Danza y sobre los Ballets”
de Jean Georges Noverre, donde enfatizaba que todos los elementos de un
ballet debían funcionar armónicamente para expresar su argumento. Estas cartas
ejercieron una importante influencia en la conformación de la técnica clásica.
En la Europa del
Romanticismo en 1830, el papel del hombre en la danza se limitaba a ser un
apoyo para la bailarina, sin embargo a comienzos del siglo XX se produjo una evolución,
dejando a ambos en igualdad en escena.

Charles Didelot, alumno
de Noverre, Dauberval y Vestris, llegó a Rusia en 1801, quien reorganizó el
sistema existente en San Petersburgo combinándolo con la técnica francesa. En 1855,
Milán era un centro importante del ballet, y fue ahí donde Carlos Blasis creó
la “barra” y la enseñó a usar para facilitar el aprendizaje y perfeccionamiento
de la Danza Clásica, esa famosa barra en la que todos los bailarines iniciamos
nuestra clase de ballet y es nuestra andadera para aprender a caminar.
En 1890 se extendió de
Rusia a toda Europa el ballet, donde para 1900 se había estancado. En San
Petersburgo, Marius Petipa, creó en 1890 la obra “La Bella Durmiente”, el libreto de “ El Cascanueces” y en 1895 Petipa y Lew Iwanow, crearon la
coreografía de “El Lago de los Cisnes”.
Las tres obras con música de P. I. Tchaikovsky, piedras angulares y parte aguas
desde entonces en todas las compañías de danza clásica.
En 1920, muchos años
después del “Ballet cómico de la Reina”, el ballet se extendió a toda Europa y
América. Surgió la danza moderna, y nació el ballet en Inglaterra. En la década
de los 40 se fundaron el American Ballet Theatre, y el New York City Ballet en
Nueva York.

Ha lo largo de la
historia se han desarrollado diversas escuelas en la danza clásica como la
francesa cuna del ballet, la rusa, la italiana, la inglesa, y la cubana que han
formado a grandes bailarines que nos han deleitado con la elegancia, sutileza y
precisión de sus movimientos.
Con base en la danza
clásica, se han derivado diversas técnicas y estilos de danza como el
contemporáneo, el neoclásico, el jazz entre otros, siendo la técnica clásica la
base de todas estas y que han conformado grandes obras y puestas en escena que
han complacido y encantado tanto a bailarines como a espectadores.
Fuentes:
Rori Dane Suarez, Historia del ballet, DanzaBallet,
disponible en:
http://www.danzaballet.com/historia-del-ballet/
Wendy GonHer, Historia
de la danza clásica, disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=W0UDB-sTrvY
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