viernes, 25 de septiembre de 2015


Las lesiones en la danza

Por: Citlali Guadalupe Trujillo Rivas

Como es bien sabido, la danza es un arte que implica el uso del cuerpo al cien por ciento, es por ello que es muy importante encontrarse en las mejores condiciones físicas para asegurar un buen rendimiento. Sin embargo, al estar en constante entrenamiento, teniendo funciones y demás, es difícil que a un bailarín no le duela algo, generalmente siempre existe por muy pequeño que sea alguna molestia.

A pesar de que la resistencia al dolor que un bailarín desarrolla a lo largo de su trayectoria es mayor a la de una persona que se dedica a otra actividad, las lesiones no dejan de ser una limitante o freno en el desempeño, lo que muchas veces implica tener que parar por un rato para que la recuperación sea efectiva, tener que disminuir el entrenamiento o actividades específicas, acudir a terapias, etc., resultando frustrante en muchos casos, corriendo algunas veces el riesgo de ser remplazados, lo que provoca que los bailarines traten de disimular, o que le resten importancia a la lesión.

La mayoría de estas lesiones se desarrollan debido a un entrenamiento mal realizado: no calentar en tiempo y forma, ejecutar la técnica de manera incorrecta, sobre entrenamiento, realizar movimientos para los cuales el cuerpo aún no está preparado, mala alimentación y descanso, problemas genéticos, etc.

Las lesiones más comunes entre los bailarines son: 

- Esguince: Distensión de los ligamentos de una articulación; a menudo con rotura de los tejidos pero sin luxación (dislocación). Se producen con más frecuencia en el tobillo, rodilla, y muñeca y se caracterizan por dolor, inflamación y dificultad para movilizar la articulación afectada.

El mal uso de las zapatillas de punta, puede ocasionar este tipo de lesión.

- Tendinitis de Aquiles: Se da debido a las posiciones en las que se coloca el pie en rotación externa sin levantar el talón y carga su fuerza en el tendón de Aquiles. Esto provoca microtraumatismos, y la suma de éstos, desencadenan las tendinitis. Cada episodio de dolor son miofribillas que se rompen, por lo cual la suma de episodios lleva a una ruptura que requiere operación, por lo que es importante atenderse de inmediato al primer indicio.

Puede surgir por realizar un esfuerzo fuerte sin haber alargado correctamente; es por ello que se deja al final de la clase ejercicios con pequeños o grandes saltos.

- Ciatalgia: Irritación del nervio ciático. Se puede dar por dos razones:

Por técnica mal realizada: Se producen cuando el bailarín no coloca bien su brazo para sostener a su parteneire o cuando ésta no coloca su cuerpo correctamente para evitar la lesión de su compañero.

Por sobrecarga: Debidas a los microtraumatismos que se producen en la suma de saltos y caídas, especialmente sobre los pies en rotación externa y con las rodillas en hiperextensión.

La ciatalgia es unilateral (un solo lado), con dolor en la cara posterior del muslo, cara anterior de la pierna y dorso del pie. Es por ello que el bailarín pierde fuerza en el salto y en la caída, su metatarso no lo contiene y tiene sensación de pérdida del equilibrio.

- Bursitis: inflamación de la bolsa serosa. En el caso de la rodilla, existen a su alrededor o en sus inmediaciones cierto número de bolsas serosas. Todas cumplen la función de evitar la fricción entre los tendones y su inserción ósea, en cada movimiento que produce la rodilla. O bien actúan como muelle en traumatismos directos de la rodilla. Las dos más frecuentes en el ballet, son la bursitis de la pata de ganso y la bursistis prerotuliana.

Bursitis de la pata de ganso: El mismo mecanismo de acción anteriormente mencionado, ocurre en la bursitis de la pata de ganso, cuya bolsa se ubica entre la cara interna de la tibia y los tres tendones reunidos de los músculos sartorio, semitendinoso y recto interno, que forman la pata de ganso.

Bursitis prerotuliana: se produce por microtraumatismos de la rodilla, pequeños traumatismos durante bailes cuya coreografía exige en repetidas ocasiones golpear las rodillas contra el piso. Al cabo de un tiempo aparece debajo de la piel y sobre la rótula de la rodilla afectada, una tumefacción dolorosa que no le permite volver a golpearse. Por lo general, hay rubor y calor en la zona, la piel parece más lisa y brillante.

- Síndrome meniscal: los meniscos son amortiguadores cartilaginosos, un relleno articular que impide el pellizcamiento de la cápsula y la sinovial durante los movimientos de la flexo extensión.

Un exceso de peso y fuertes impactos, pueden ocasionar el esguince. También una musculatura insuficiente especialmente de los cuádriceps, provoca una lesión meniscal, junto a trastornos de los ligamentos de la rodilla.

- Juanetes: Un juanete es un agrandamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie, que se produce al desplazarse el hueso o el tejido de la articulación del dedo gordo. Esto fuerza al dedo a doblarse hacia los otros, creando un bulto de hueso, frecuentemente doloroso en el pie. Como esta articulación soporta gran parte del peso del cuerpo al caminar, los juanetes pueden ser extremadamente dolorosos si no se tratan. La propia articulación metatarsofalángica puede volverse rígida e irritada, haciendo difícil o incluso imposible llevar zapatos.

Generalmente se originan debido al uso de las zapatillas de puntas y la ejecución de relevé.

- Desgarres: estos pueden ser en diversas partes del cuerpo, y pueden ser: Parcial, que es la rotura de algunas fibras musculares, no todo el músculo ya que se rompen homogéneamente no en forma dispareja. Total, que es la rotura de la mayoría de las fibras musculares, presentando un dolor repentino, agudo e intenso pero momentáneo, acompañado generalmente de un hematoma.



En los casos más graves (al desgarre total del músculo) se produce un hematoma muy extenso e inflamación más pronunciada, que inmoviliza la región afectada que se experimenta como una parálisis temporal (contractura de musculación vecina a la lesión). Si el dolor es muy intenso puede aparecer un componente de shock (es poco frecuente), con mareo y sudor frío.

Como podemos ver, existe gran diversidad de lesiones a las que se está expuesto en el mundo de la danza, por lo que es muy importante que se realice un entrenamiento adecuado, a conciencia, cuidando nuestro cuerpo y con maestros capacitados para evitar lesiones graves y que esto merme nuestro desempeño y tiempo de vida activa en la danza. Hay que poner mucha atención a la primera manifestación de dolor, pues es un indicador de que algo anda mal y debemos identificarlo para evitar una posible lesión. 

Sígueme en Twitter: @Citla_Trujillo

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