La
danza de carácter
Por: Citlali Guadalupe Trujillo Rivas
Ya hemos leído sobre la historia de la
danza clásica, sus leyendas, sus beneficios, etcétera, pero… ¿en qué se divide
la danza clásica? ¿Es solo bailar como príncipes y princesas con zapatillas de
punta?
Pues bien, la danza clásica se divide en
tres: danza noble, danzas de carácter y semicarácter.
La danza noble, es considerada como la
danza del estilo clásico más puro, las danzas de carácter, son inspiradas en
bailes tradicionales o que imitan los movimientos propios de una persona o un
oficio, y las danzas de semicarácter, son inspiradas en lo mismo que la
anterior pero realizada con la técnica de la danza clásica.

Las danzas de carácter, le dan mayor
vivacidad a las obras clásicas, existen diversas obras desarrolladas en ambientes
de cortes, y como todo baile en la corte tenía inicio con una polonesa y cierre
con una mazurca, además de que los invitados llegaban de otras tierras,
principalmente Hungría, Rusia, España y Oriente. Como podemos ver por ejemplo,
en “Lago de los Cisnes” en la danza húngara, la española, y napolitana; y
existen muchas otras obras más donde son incorporadas las danzas de carácter.


Se realiza generalmente con zapatos con
un pequeño tacón (en el caso de las mujeres) y/o botas con suela de gamuza, las
mujeres usan falda.
Como podemos ver, para poder bailar una
obra completa de ballet, es importante que los bailarines cuenten con los
conocimientos sobre danzas de carácter, para poder ejecutarlas correctamente y
cumplir con el objetivo de incorporar estas danzas a las obras clásicas, además
de deleitar al espectador.
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