viernes, 11 de septiembre de 2015

Los hombres en la danza clásica Parte I

Es muy común que al decir ballet o danza clásica, pensemos en tutús y zapatillas de punta, pero, qué hay con los chicos dentro de la danza clásica, ellos no usan tutús, o zapatillas de punta ni son hadas, o lo primero en lo que se piense cuando se dice la palabra “ballet”.
 
Sin embargo, ellos representan un papel muy importante, pues pese a que por mucho tiempo se les consideró como el sostén de las bailarinas, quien las hacía lucirse y las transportaba de un lado a otro, es claro que con el tiempo, el rol del hombre ha cobrado mucha más importancia, pues a estas alturas, no se puede decir que uno (mujer) y otro (hombre), es más importante.

Pero en el caso de los hombres, siempre ha sido todo un tema el decir que un chico se dedique a bailar, en especial danza clásica. Cuántos no hemos escuchado que muchas personas dan por hecho que todos los que bailan son homosexuales y si no lo afirman, siempre surge la pregunta si lo son. El tema social en el caso de los chicos se torna más complicado que en el caso de las mujeres, ya que, aunque para los bailarines en general, las creencias de la gente frecuentemente son: “Ese no es un trabajo de verdad”, “Te vas a morir de hambre”, “Mejor dedícate a otra cosa”, etc.
Esta es la situación a la que los chicos se pueden enfrentar, más el tabú de su sexualidad, o que son débiles o considerados como niñas, etc.

Pese a esas falsas creencias, es importante saber que las ejecuciones que un bailarín (hombre) realiza, como sus múltiples giros, grandes saltos, elevaciones, baterías, etc., requieren de mucha fuerza, coordinación, resistencia, inteligencia, y ligereza, pues son verdaderos atletas y artistas, que sin importar su preferencia sexual, no cualquier hombre lo podría realizar, por eso más allá de emitir juicios muchas veces sin fundamentos, sería bueno analizar y saber reconocer todo lo que implica ser un bailarín.

Pues contrario a que se piense que son débiles, holgazanes y demás, se necesita de valentía para defender lo que se quiere hacer, y en este caso muchas veces son juzgados injustamente, la situación e historia de cada uno es diferente, pero no cabe duda que para cualquiera ha representado un reto digno de admirarse.

En mi siguiente entrega hablaré sobre algunos procesos y experiencias de chicos bailarines.





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