viernes, 16 de octubre de 2015


Efectos psicológicos de la danza

Por: Citlali Guadalupe Trujillo Rivas

Al bailar, no solo involucramos el hecho de movernos, si no que están inmersos sentimientos, emociones, sensaciones y estados de ánimo, junto con la ejecución de la técnica. 

Uno de los efectos psicológicos de la danza, es que nos permite conectarnos con nosotros mismos y con aquellas emociones que podemos tener reprimidas como el estrés, enojo, frustración, tristeza, etc., de ahí el efecto que muchos hemos sentido que al entrar al salón de danza nos transportamos a otro mundo y muchas veces si entramos molestos o tristes, mágicamente cuando salimos eso ha desaparecido.  Puesto que todos esos sentimientos se canalizan de manera positiva, esa adrenalina que sentimos hace que lo demás se quede detrás de la puerta del salón.

Otro efecto de conectarnos con nosotros mismos, es que podemos potenciar nuestra creatividad  y espontaneidad  al estar en contacto con nuestros sentimientos, y de igual manera, esto nos ayuda a socializar con los que están a nuestro alrededor, primero con nuestros compañeros de danza pues compartimos la misma pasión, sin embargo, con las personas de afuera también nos sentimos más abiertos y el hecho de que bailemos representa poder contar algo fuera de los normal a lo demás.

El bailar ayuda a disminuir la timidez y el miedo al ridículo, pues en el escenario estamos expuestos ante muchas personas, y después de haber pasado alguna pena arriba del escenario, el miedo al ridículo va disminuyendo lo que también disminuye la inhibición y al ir teniendo logros y avances en la danza, los bailarines se van volviendo más seguros y confiados en sí mismos, la danza es algo que nos permite tener logros y satisfacciones por nosotros mismos, y es que aunque bailamos en grupo, los avances y logros son personales, lo que nos motiva a querer más y más.

La destreza cerebral que la danza proporciona es algo que nos ayuda a volvernos más ágiles mentalmente y permite tomar decisiones rápidas, pues el bailar significa también resolver las situaciones que se puedan presentar en segundos y así poder aplicarlo a nuestra vida, además de proporcionarnos disciplina y autocontrol, cosa que no solo se limita al salón de danza.
El bailar es algo mágico, único, pues así bailemos el mismo papel, la misma obra una y otra vez, nunca se baila de la misma manera, tenemos unos minutos tan solo para expresar las largas horas de ensayo, en donde todas esas habilidades adquiridas, las emociones y la pasión, se funden para dar lugar a todo eso que compone el arte de la danza, donde a pesar de que la técnica es repetitiva y rutinaria, todo lo que el bailar implica es diferente vez con vez.   

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